Diario de Carcosa /12
Entrada #37 (31/05/2017)
He estado un par de días sentada frente al portátil, intentando decidir si usaba la contraseña que me habían enviado para acceder al site del Club Social Carcosa, o no. Finalmente, lo he borrado todo: los mensajes, el perfil falso, e incluso he pasado el Cleaner y el Antivirus para estar segura de que no quedaba el menor rastro digital en mi ordenador. De todas formas, he empezado a cogerle manía al aparato. Hace poco publicaron en Wikileaks como la CIA o la NSA pueden espiarte a través del micrófono y la cámara de tu portátil, así que he tapado con cinta la webcam y bloqueado los altavoces lo mejor que he sabido. Sin embargo, la sensación de no estar sola persiste. ¿Habrán puesto micros en mi casa? He echado un rápido vistazo por encima y no he notado nada anormal. Claro que tampoco reconocería un micro aunque me lo pusieran delante de las narices, así qué...
Al final, he cortado por lo sano. le he extraído la batería al portátil y lo he encerrado bajo llave en un cajón del dormitorio. A partir de ahora llevaré todo el registro sólo por escrito, usando mi clave taquigráfica, y llevaré siempre todos mis cuadernos encima en una mochila... Sólo por si acaso.
PD - He empezado a hacer una copia de seguridad de mis notas, que guardaré en un lugar seguro, pero fácilmente localizable en el supuesto de que me pase algo. Que me pase algo... ¿Cuándo he empezado a pensar de esta manera? ¿Cuándo he llegado a aceptar que estoy en peligro con la misma naturalidad que si viviese en un país en guerra? Nada ha ocurrido y, sin embargo, cada vez estoy más convencida de que al seguir los pasos de Marten he puesto en marcha la misma serie de acontecimientos que condujeron a su desaparición. Dios mio, no quiero ser otra foto colgada de una farola o en un brick de leche. Y sobre todo, no quiero descubrir de primera mano donde está, ni lo que han hecho con él. No quiero.
Al final, he cortado por lo sano. le he extraído la batería al portátil y lo he encerrado bajo llave en un cajón del dormitorio. A partir de ahora llevaré todo el registro sólo por escrito, usando mi clave taquigráfica, y llevaré siempre todos mis cuadernos encima en una mochila... Sólo por si acaso.
PD - He empezado a hacer una copia de seguridad de mis notas, que guardaré en un lugar seguro, pero fácilmente localizable en el supuesto de que me pase algo. Que me pase algo... ¿Cuándo he empezado a pensar de esta manera? ¿Cuándo he llegado a aceptar que estoy en peligro con la misma naturalidad que si viviese en un país en guerra? Nada ha ocurrido y, sin embargo, cada vez estoy más convencida de que al seguir los pasos de Marten he puesto en marcha la misma serie de acontecimientos que condujeron a su desaparición. Dios mio, no quiero ser otra foto colgada de una farola o en un brick de leche. Y sobre todo, no quiero descubrir de primera mano donde está, ni lo que han hecho con él. No quiero.
(Continuará)
© Alejandro Caveda (Todos los derechos reservados).
Este relato ha sido registrado en Safe Creative (Registro de la propiedad intelectual) de forma previa a su publicación en el Zoco.
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