Excalibur vs. el Rey Arturo

Hace poco he tenido la ocasión de ver el último filme de Antoine Fuqua, El rey Arturo (2004), por partida doble: en el cine, primero, y la versión extendida en DVD después. La película es una correcta revisión del mito artúrico en clave histórico-realista, que especula con la posibilidad de que el mítico personaje fuese en realidad un general romano y sus caballeros mercenarios sárdatas al servicio de Roma, novedoso enfoque que no aporta nada nuevo al personaje pero supone al menos un soplo de aire fresco frente a atrocidades tales como El primer caballero (1995).
El filme es, como ya he dicho, correcto y a ratos entretenido, aunque a la larga resultan un tanto cansinos los diálogos – excesivamente pretenciosos – y esa manía que tienen los protagonistas de hablar dando discursos. Clive Owen se nos antoja un tanto soso en su interpretación de Arturo Casto, mientras que de sus caballeros apenas sabemos poco más que el nombre. En medio de tanto actor anodino destacan como un oasis en el desierto una bellísima Keira Knightley y el poco conocido Stellan Skarsgard en el papel de líder sajón.
Al menos, este Rey Arturo y otros filmes (como el aludido de Richard Gere) tienen la virtud de hacer que por comparación (odiosa pero inevitable) el clásico Excalibur (1981) de John Boorman brille con luz propia. Se trata sin duda de la película más fiel a la obra original de Mallory (La muerte de Arturo; les recomiendo la excelente edición de Siruela) aunque sea históricamente falsa en muchos aspectos. Me explico: la mayor parte de los expertos en el mito señalan que de haber existido Arturo probablemente fuese un señor de la guerra britano de la Alta Edad Media, tal y como lo retrata, por ejemplo, Bernard Cornwell (el también creador y escritor de las aventuras del sargento Tom Sharpe) en su trilogía del Rey de Invierno. Nada que ver con el delirio barroco altomedieval de la película de Boorman, tan lujoso y exótico como la puesta en escena de una ópera de Richard Wagner, comparación más acertada de lo que parece ya que la banda sonora de la película se nutre sobre todo de música del célebre compositor alemán. Por otro lado, Boorman y el guionista Rospo Pallenberg logran condensar la esencia de la obra de Mallory en poco más de dos fascinantes horas de metraje con una fidelidad asombrosa que tan sólo he visto igualada en el comic Camelot 3000 de Mike W. Barr y Brian Bolland.
Al contrario que otras películas de o sobre el Rey Arturo, Excalibur, como los buenos vinos, gana con el paso del tiempo. Su fastuosa puesta en escena deslumbra aun hoy en día, y nos deja para el recuerdo momentos tales como aquel en que Arturo extrae la espada de la piedra; o cuando es armado caballero en medio de las aguas del foso; o la cabalgata a través de la foresta hacia el enfrentamiento definitivo con Mordred con el telón musical de fondo del Carmine Burana de Carl Orff; o ese final romántico, épico y crepuscular digno, nuevamente, de una ópera de Wagner.
Recordar Excalibur hace que los defectos de El Rey Arturo sean, por desgracia, más evidentes; la película de Fuqua resulta demasiado fría, obsesionada por ser políticamente correcta y buscar a toda costa el taquillazo. Defectos demasiado habituales en el cine actual, más interesado en producir grandes éxitos de un verano que grandes clásicos de todos los tiempos. Al menos, siempre nos quedarán París y el DVD. Nos vemos, o nos leemos, en breve. Saludos cordiales.

Comentarios

Jorge Iván Argiz ha dicho que…
Como siempre un interesante y acertado post, camarada
Anónimo ha dicho que…
Lamento no estar de acuerdo. Es cierto que es un acierto el traslado del contexto historico al Bajo Imperio Romano. El resto de la pelicula es insufrible, y tiene el mismo rigor historico que la pelicula "Libertarias"( es decir ninguno). El malo es un cardenal ¿?. Roma esta dirigida por el Papa (mas ¿?). Y otro monton de incongruencias. Referente a los moteros... Perdon, los sajones, solo se dedican a patearse todo el norte de Escocia, y a morir de las formas mas creativas. Stellan Saargard es un gran actor, pero ese papel es tan ridiculo, que se nota que solo esta cobrando un cheque. Lo mismo se puede decir del resto de los actores. Y es muy llamativo que se saltaran la traicion que acaba dinamitando el paraiso creado por el Rey Arturo. La reservaran para la segunda parte. Porque Jerry Brukheimer no va a desaprovechar un filon como ese. Y si hay tontos que se lo tragan en el cine, mejor... Yo esperaré a que se la bbajen de internet
Alejandro Caveda ha dicho que…
Hombre, por fin un poco de sana polémica. Coincido contigo en muchos puntos, pero difiero en lo relativo a Mr. Saargard que me parece lo mejor de la película (Keira aparte). Por cierto, se que había quedado en mandarte unos links, pero no recuerdo cuales... Refresh me please

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