Los investigadores de lo sobrenatural /04

No cabe duda de que Blade el Cazavampiros es mucho más popular actualmente que nuestro anterior personaje, Carl Kolchak, gracias en buena medida a la trilogía fílmica protagonizada por Wesley Snipes. En el cine Blade es un frío y expeditivo cazador de chupasangres (medio humano-medio vampiro a causa de las excepcionales circunstancias de su nacimiento) a los que combate armado con una katana, estacas de plata, blindaje corporal y demás parafernalia que le proporciona su mentor y aliado Abraham Whistler.
Como reza la publicidad, a lo largo de su andadura cinematográfica Blade se enfrentó al Dios de los vampiros (Blade, Stephen Norrington, 1998), a sus demonios (Blade 2, Guillermo del Toro, 2002) y finalmente a su señor, el mismísimo Drácula, interpretado para la ocasión por el célebre actor Dominic Purcell, a.k.a. John Doe (Blade: Trinity, David S. Goyer, 2004) para seguir librando a continuación su peculiar batalla contra los no-muertos más allá del celuloide.
Sin embargo, el Blade original de los años 70 difería en no pocos aspectos de su versión fílmica. Fruto de la Blaxplotiation de los años 70 fue creado por Marv Wolfman y Gene Colan dentro de las páginas del comic-book The Tomb of Drácula, y formaba parte de un grupo más amplio de cazavampiros que incluía a Rachel Van Helsing, Quincy Harker o Frank Drake, entre otros. Este Blade setentero vestía chupa de cuero y gafas de correa tipo aviador, e iba armado con estacas y cuchillos de madera. Sin embargo, pese a toda la mala actitud que se gastaba era básicamente humano (salvo por un breve periodo de tiempo que tuvo un doble vampírico).
A la hora de trasladarlo a la pantalla, el guionista David S. Goyer y los responsables de Marvel pensaron que un Blade “humano” no resultaría demasiado espectacular ni eficaz a la hora de combatir vampiros, así que decidieron fusionar su personaje con el de otro secundario del comic, el detective vampirizado Hannibal King. Eso explica porque cuando King aparece definitivamente en Blade: Trinity su background ha cambiado por completo. Como detalle anecdótico, en dicha película Goyer hace que Drácula use el pseudónimo de Drake, que era el nombre de otro de los protagonistas del comic el cual, irónicamente, era el último descendiente del Señor de los Vampiros allá por los años setenta. Guiños y más guiños al comic original que pueden pasar desapercibidos al espectador ocasional, pero no a quien haya tenido la ocasión de leer las antiguas colecciones de Vértice o la más reciente Biblioteca Grandes del Comic: La Tumba de Drácula de Planeta DeAgostini.
Tras el cierre de la colección original de comic de los setenta Blade prolongó su andadura en viñetas a través de varios especiales y one-shots e incluso formó parte, a pincipios de los 90, de un nuevo grupo de cazadores de vampiros junto con Frank Drake y Hannibal King. Por aquel entonces en la Marvel hubo un auténtico revival del comic de terror que incluyó desde títulos nuevos como Hijos de la medianoche a la renovación de personajes clásicos de la casa, como Morbius, el Hombre Lobo (Jack Russell, no John Jameson), Hellstorm o el Motorista Fantasma, entre otros. Dicho revival evitó que el interés por Blade decreciera e incluso le impulsó como firme candidato a protagonizar su propia saga cinematográfica. Blade se convirtió así en la primera película basada en un personaje Marvel que funcionaba decentemente en taquilla y abrió el camino a otras posteriores como los X-Men, Spider-Man, Daredevil, Hulk, Punisher, los 4F o muy pronto el Hombre Cosa. Y también, como no, a sus propias secuelas que a su vez han insuflado nueva vida al personaje del comic.
Quizás la clave del éxito de Blade sea que este le da la vuelta por completo al rancio concepto del cazavampiros tradicional, ya que frente a los decimonónicos Van Helsing o Hesselius, o los más recientes Kolchack y Martín Mystere, el personaje que nos ocupa parece más bien un secundario de Las noches rojas de Harlem, Foxy Brown o cualquier película actual de Tarantino: violento, machista, mal hablado y mal encarado, y políticamente incorrecto hasta la médula; características estas que curiosamente han acabado jugando a su favor durante más de tres décadas.
Y esto es todo por ahora, en la próxima entrega será el turno de Martín Mystere, Dylan Dog o Teddy London, entre otros. Como diría Gandalf, el fin del viaje se aproxima, pero lo mejor todavía está por llegar. Nos vemos o nos leemos en unos días. Beam me up, Scotty.

Comentarios

Jorge Iván Argiz ha dicho que…
Sigo aquí enganchado, no lo dudes
Anónimo ha dicho que…
Hola Alejandro, has estado tan acertado como siempre en tu comentario. Saludos, jose manuel.
Alejandro Caveda ha dicho que…
Gracias por su apoyo y aportaciones, en breve haremos 50 añitos, digo entradas, y espero celebrarlo con todos Uds. Excelsior, que diría Stan Lee
Jorge Iván Argiz ha dicho que…
¿Me puedes hablar de una escritora que se llama MARIANNE DE PIERRES y de su trilogia iniciada con NYLON ANGEL? ¿Te parece tan buena como dicen?
Elwin Álvarez Fuentes ha dicho que…
Personalmente me gustan mucho las películas de Blade, si bien nunca he tenido el gusto de leer sus cómics. ¿Has visto el animé? ¡Es formidable! La serie de imagen real nunca la he visto, pero recuerdo con mucho cariño su intervención en el programa animado de Spiderman de los noventa.
Alejandro Caveda ha dicho que…
Pues no, Elwin, aunque si recuerdo haber visto la (fallida) serie de TV en imagen real que rodaron tras la 3ª película, y que apenas duró una temporada. Los comics están bien, aunque yo me quedo con la etapa clásica de Marv Wolfman y Gene Colan. ¡Saludos!

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