XX Semana Negra 1
Bueno, pues ya estamos metidos en el fregado de nuevo. Quienes se hayan pasado por ahí ya habrán tenido ocasión de echar un vistazo a nuestras flamantes carpas: la Expocomic (dedicada este año al ciclo "Los Irreverentes"); y la carpa espacio A Quemarropa, más conocida como Carpija, la cual este año ha sido decorada por el eficiente equipo de Ikea como si de un cabaret berlinés de los años 30 se tratase, lo que nos ha valido un aumento del nivel de los chistes y cachondeos que habitualmente recibimos por parte de nuestros compañeros.
El viernes fue un día tranquilo en la Carpija, ya que aparte de la inauguración oficial a las 9 la única actividad programada era la primera entrega del nuevo ciclo de cine del mítico Iñaki Huidobro, El Manga se hizo carne, en concreto El lobo solitario y su cachorro que gracias a Dios comenzaba a las 11 de la noche, lo que nos permitió llegar relativamente pronto a casa.
Más estresante fue tener la Expocomic a punto para las 7 de la tarde, pero gracias al esfuerzo combinado de Norman, Rafa, José Manuel, Carmen y yo mismo todo estuvo listo a tiempo.
Para el sábado el nivel de actividades ya era sensiblemente superior. A la una tuvimos que abrir la carpa para que un equipo del comercio entrevistara a los artistas protagonistas de la nueva entrega del Nuevas Miradas, para a continuación acompañar a comer a los autores, regresar a toda leche a la Semana para abrir ambas carpas, y prepararlo todo para las actividades de la tarde.
Personalmente yo tuve uno de mis habituales momentos de éxtasis al tener la oportunidad de entrevistar en la carpa grande al mítico escritor de ciencia ficción Samuel Delany, uno de los grandes del género todavía en activo. Delany ha sido toda una - agradable - sorpresa, es todo un caballero y un tipo genial, divertidísimo, increíblemente culto y sin embargo sin pelos en la lengua. La hora se me quedó corta para todo lo que me hubiera gustado preguntarle y charlar con él. Esto es lo que no logro hacerle entender a la gente: momentos como este son lo que definen a la Semana. ¿Donde sino iba a poder charlar y tomar algo con un autor de la talla de Delany?
La otra cara de la moneda la pone mi plaza de aparcamiento. En un principio recibí la número 33 que no existe porque está ocupada por uno de los contenedores-aseo. En su lugar me dieron la 39... que ya tiene asignada un tío del restaurante oficial. Una de las amables chicas de las oficinas tuvo el detalle de dejarme aparcar en la suya y resultó que a ella también se la había okupado algún conductor desaprensivo. Al final dejé el coche tirado cruzado donde pude y me largué deseando que a algún caza bombardero norteamericano camino de la Rota se le cayese una bomba incendiaria en el parking e incinerase todos los vehículos allí aparcados incluyendo el mio.
En fin, espero estar de vuelta en un par de días para contarles más anécdotas divertidas que seguro que pasarán. Entretanto pueden localizarme en el recinto de la Semana. Soy el que da vueltas alrededor del parking buscando un hueco donde aparcar. Feliz verano y unas mejores aun vacaciones. Nos vemos.
El viernes fue un día tranquilo en la Carpija, ya que aparte de la inauguración oficial a las 9 la única actividad programada era la primera entrega del nuevo ciclo de cine del mítico Iñaki Huidobro, El Manga se hizo carne, en concreto El lobo solitario y su cachorro que gracias a Dios comenzaba a las 11 de la noche, lo que nos permitió llegar relativamente pronto a casa.
Más estresante fue tener la Expocomic a punto para las 7 de la tarde, pero gracias al esfuerzo combinado de Norman, Rafa, José Manuel, Carmen y yo mismo todo estuvo listo a tiempo.
Para el sábado el nivel de actividades ya era sensiblemente superior. A la una tuvimos que abrir la carpa para que un equipo del comercio entrevistara a los artistas protagonistas de la nueva entrega del Nuevas Miradas, para a continuación acompañar a comer a los autores, regresar a toda leche a la Semana para abrir ambas carpas, y prepararlo todo para las actividades de la tarde.
Personalmente yo tuve uno de mis habituales momentos de éxtasis al tener la oportunidad de entrevistar en la carpa grande al mítico escritor de ciencia ficción Samuel Delany, uno de los grandes del género todavía en activo. Delany ha sido toda una - agradable - sorpresa, es todo un caballero y un tipo genial, divertidísimo, increíblemente culto y sin embargo sin pelos en la lengua. La hora se me quedó corta para todo lo que me hubiera gustado preguntarle y charlar con él. Esto es lo que no logro hacerle entender a la gente: momentos como este son lo que definen a la Semana. ¿Donde sino iba a poder charlar y tomar algo con un autor de la talla de Delany?
La otra cara de la moneda la pone mi plaza de aparcamiento. En un principio recibí la número 33 que no existe porque está ocupada por uno de los contenedores-aseo. En su lugar me dieron la 39... que ya tiene asignada un tío del restaurante oficial. Una de las amables chicas de las oficinas tuvo el detalle de dejarme aparcar en la suya y resultó que a ella también se la había okupado algún conductor desaprensivo. Al final dejé el coche tirado cruzado donde pude y me largué deseando que a algún caza bombardero norteamericano camino de la Rota se le cayese una bomba incendiaria en el parking e incinerase todos los vehículos allí aparcados incluyendo el mio.
En fin, espero estar de vuelta en un par de días para contarles más anécdotas divertidas que seguro que pasarán. Entretanto pueden localizarme en el recinto de la Semana. Soy el que da vueltas alrededor del parking buscando un hueco donde aparcar. Feliz verano y unas mejores aun vacaciones. Nos vemos.
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