Robert Sheckley: In Memoriam 3
Sin embargo, su época dorada coincidió con el boom de la ciencia-ficción en España durante los años setenta, gracias sobre todo a la admiración que el equipo directivo de la mítica revista Nueva Dimensión sentía por su obra, a la que dedicaron el ND Extra número tres y los números 4 y 15 de su colección de libros (Peregrinación a la Tierra y El Arma Definitiva, respectivamente). Por esa misma época, otras editoriales como Acervo (La Décima Víctima y Los Viajes de Joenes, ambas en Gaudeamus) o Edhasa (que puso en el mercado títulos suyos como Paraíso II, Ciudadano del Espacio o Dimensión de Milagros, entre otros, en Nebulae) contribuyeron a acercar su producción literaria al lector español. Sin embargo, desde que la extinta Martínez Roca publicó Dramocles en 1984 con el número 92 de su colección Súper Ficción Sheckley ha permanecido prácticamente ausente de las librerías españolas, salvo por la edición que Plaza & Janés hizo en 1999 de Trueque Mental. Más recientemente, la organización de la Semana Negra de Gijón decidió editar este pasado verano un librito con uno de sus relatos más conocido (Ciudadano de la galaxia) que se ofreció al público asistente al certamen por el simbólico precio de un euro, y cuya recaudación se destinó íntegramente a sufragar parte de las facturas médicas del escritor. De ese modo, en palabras del organizador, Paco Taibo II, se intentaba eludir “El mero donativo”, al tiempo “que se pone en contacto al autor con su público”.
Pese a lo loable de esta y otras iniciativas finalmente el destino ha sido inexorable y Sheckley ha escrito la última página de su biografía. Pero no menos cierto es que un genio como el suyo no desaparece del todo mientras perdure su legado en forma de todos sus libros y relatos. Quien sabe, tal vez ahora que el autor no está entre nosotros algún editor patrio se anime a reeditar su obra completa o al menos una selección de sus mejores trabajos, al estilo de las recopilaciones de Fredric Brown que recientemente ha publicado Gigamesh. Entretanto, siempre podemos consolarnos releyendo sus viejos títulos y recordando porque se le consideraba, con justicia, como uno de los clásicos indiscutibles del género.
(Con este apartado termina y cierro esta trilogía dedicada a recordar la figura y obra de este gran escritor. Sirvan estas líneas, pues, como humilde homenaje póstumo en forma de repaso sobre la vida y obra de uno de los últimos maestros del género).
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