Dylan Dog en... ¡Y ahora, el Apocalipsis!


En su país de origen, Italia, Dylan Dog está viviendo una auténtica revolución, algo que aquí nos estamos perdiendo desde que Aleta dejó de publicar los cómics de editorial Bonelli en España. Nuevas historias como el ciclo del Meteoro, o el nuevo Dylan Dog 666, de las que apenas podemos hacernos una idea parcial a través de datos dispersos entresacados de diferentes bitácoras y páginas web. Vamos, pues, a intentar poner algo de orden en el caos y averiguar porqué el personaje creado en 1986 por Tziano Sclavi puede estar pasando por una nueva era de esplendor.
En cierto modo, Dylan era un personaje congelado en el tiempo. Los años pasaban, pero él seguía igual, eternamente joven y atractivo, bohemio, con las mismas fobias y los mismos hobbies, resolviendo caso tras caso mientras se enamoraba de la clienta de turno, discutía con el inspector Bloch y sufría los chistes de su ayudante Groucho. Ese vendría a ser el llamado Canon Dylan Dog, que Sclavi había ido construyendo a lo largo de los primeros cincuenta números de la colección, en episodios como «Morgana» (DD 25, octubre de 1988) o «Historia de Nessuno» (DD 43, abril de 1990), y que culminaría con el especial número 100, «La storia di Dylan Dog» (Enero de 1995). Los autores posteriores, salvo algunas contadas excepciones, se limitaron a seguir este canon, de manera que el Dylan de 2006 se diferenciaba poco del de 1986. El personaje avanzaba, pero no evolucionaba.
Una de esas contadas excepciones fue «Mater Morbi» de Roberto Recchione, publicada en el Dylan Dog mensual 280 (Diciembre de 2009). En esta atípica historia, el investigador de pesadillas tiene que enfrentarse a su adversario más aterrador: la enfermedad. En ningún momento se nos dice cual, aunque a juzgar por las pruebas clínicas y la cicatriz de la operación, tanto podría ser un tumor como algún tipo de infección cardiovascular. En cualquier caso, para Dylan la auténtica pesadilla comienza cuando entra en el sistema y se convierte en un paciente anónimo más, teniendo que sufrir el infierno de la burocracia médica mientras poco a poco la fiebre le separa de la realidad y le arroja en los brazos de Mater Morbi, la Madre de las Enfermedades. Y aunque finalmente sobreviva, Dylan queda profundamente trastocado por la experiencia, consciente de la fragilidad de eso que llamamos vida, y de cómo las circunstancias pueden cambiar (a peor) en cualquier momento. Atípica y distante con el Canon (aparte de un par de escenas con Groucho, apenas hay referencias a otros elementos característicos de las aventuras de Dylan Dog) «Mater Morbi» despertó un gran interés entre crítica y público, llegando a impulsar un debate en los medios de comunicación acerca del trato a los pacientes y el derecho a una muerte digna, un tema especialmente sensible en Italia debido a su condición de país católico.
Algún tiempo después, ya desde su puesto como editor de los títulos de Dylan Dog, Recchione decidió abordar la secuela de «Mater Morbi». El proyecto se prolongó en el tiempo de tal manera que la fecha prevista de publicación se acercaba al 30 aniversario del personaje, por lo que el guionista decidió retocar la historia para que fuese más canónica, incluyendo numerosos guiños y referencias al Dylan Dog de Tziano Sclavi (en especial, al número 100, «La storia di Dylan Dog»), pero incluyendo a la vez algunas pistas de por donde iba a seguir la colección en los próximos números, como la aparición de John Ghost y las veladas alusiones a un inminente apocalipsis. «Mater Dolorosa» se publicó finalmente en septiembre de 2016, en el número 361 de la serie mensual, aunque posteriormente se ha reeditado en formato álbum de tapa dura, al igual que «Mater Morbi».


Superado el treinta aniversario, el siguiente gran evento a celebrar era el número 400 de la serie regular, para lo que Recchione y el resto de guionistas urdieron un gran arco narrativo genéricamente titulado Il ciclo della Meteora, que arrancaba en el número 387 y concluía en dicho número 400, un especial por todo lo alto con varias portadas y ediciones alternativas. La trama de fondo se centra en un meteoro que se acerca a la Tierra desde los rincones más ignotos del universo, un meteoro que es la encarnación de un antiguo mal cósmico y que cuando impacte contra nuestro planeta provocará un apocalipsis que aniquilará a toda la especie humana. Pese a todos los esfuerzos del protagonista, el meteoro acaba estrellándose sobre Londres, de tal manera que al principio del número 400 un amnésico Dylan es el único superviviente en una ciudad devastada. Confuso y desorientado, sale de su alojamiento en Craven Road sólo para encontrarse con un galeón tripulado por Groucho, junto al cual emprenderá un largo viaje en busca de respuestas al misterio que rodea su existencia. Enrevesada, casi metafísica, la trama de «E ora, l’Apocalisse» (Dylan Dog 400, 2019) navega entre el homenaje y la renovación, deconstruyendo al personaje al arrebatarle todas sus señas de identidad para arrojarle después a su propio descenso al corazón de las tinieblas, el cual culminará con un enfrentamiento cara a cara con su propio creador (Tziano Sclavi) en una escena cargada de dramatismo que hubiese hecho las delicias de Francis Ford Coppola, Grant Morrison y Miguel de Unamuno.
Tras el espectacular desenlace del número 400 da comienzo una nueva saga de seis números, conocida como Dylan Dog 666, donde se presenta al nuevo Dylan y a su nuevo ayudante, Giá (¿Giá? ¿De qué nos suena ese nombre?). La primera diferencia que nos llama la atención es que ahora Dylan tiene barba, aunque este no sea un detalle tan rupturista como parece, ya que durante su deambular a lo largo del episodio 400 el personaje ya se había dejado crecer el vello facial, con lo que Dylan se parecía cada vez más a su padre o, incluso, al doctor Xabaras. Pero la auténtica revelación llega cuando el nuevo Dylan comenta que, antes de dedicarse a investigar pesadillas, trabajó durante una temporada como enterrador en un cementerio. Y entonces es cuando nos damos cuenta de que, en realidad, este sosias de Dylan... ¡Es Francesco Dellamorte!


Un momento. ¿Qué quién es este individuo, y de dónde sale? Para responder a estas preguntas tenemos que retroceder de nuevo al pasado, hasta 1991. Varios años después de crear a su hijo pródigo, Sclavi publicó una novela titulada Dellamorte Dellamore, protagonizada por un humilde enterrador de un recóndito pueblo italiano cuyo trabajo, además de sepultar muertos, consiste en evitar que estos vuelvan a salir de sus tumbas, para lo que cuenta con la inestimable ayuda de Giá, otro pueblerino tan fuerte como lacónico. Hasta aquí, todo correcto. La trama se complica en 1994, cuando se empieza a rodar una película inspirada en dicha novela y para interpretar el papel de Franchesco Dellamorte, se escogió al actor y modelo Rupert Everett, en cuyo físico se habían inspirado Sclavi, Claudio Villa y Angelo Stano para crear la imagen de Dylan Dog. No sólo eso, sino que en la película, Everett viste como el propio Dylan e incluso conduce un Volkswagen escarabajo similar al del detective londinense, lo que llevó a no pocos lectores y espectadores a confundirse y pensar que Dellamorte Dellamore era una película sobre Dylan Dog, cuando no es así (aunque esté mucho más cercana al espíritu original de Sclavi que la versión de 2010 interpretada por Brandon Routh). Más allá de un leve parecido superficial, Dylan y Franchesco son bastante diferentes, tal y como se puso de manifiesto en el Speciale Dylan Dog: Orrore Nero de 1993, un crossover entre ambos personajes escrito por Luigi Mignacco bajo supervisión del propio Sclavi. De hecho, en los primeros números de la serie mensual había un chiste recurrente por el cual alguien confundía a Dylan con Rupert Everett, o le decía que, después de conocerle en persona, no se parecían en absoluto. Sin embargo, esa referencia a su etapa como enterrador puede significar que el nuevo Dylan sea, en cierto modo, una fusión entre ambos personajes, lo que se ve reforzado por la presencia de Giá en sustitución del habitual Groucho.


Aparte del físico, hay otras diferencias más sutiles entre el Dylan de toda la vida y la versión 666, que parece más moderno, más adaptado a los tiempos que corren, y menos antitecnológico que su predecesor. Por otro lado la barba le da un aspecto más serio y, hasta cierto punto, más maduro. Aunque, sin duda alguna, la novedad que más polémica ha despertado ha sido la desaparición de Groucho. El ayudante de Dylan era uno de los puntales del canon clásico y su sentido del humor y su vitalidad servían como acertado contrapunto a la melancolía algo fatalista de su jefe. Giá, por su parte, aunque sea un personaje hasta cierto punto entrañable, carece del carisma y atractivo de su predecesor.
La cuestión es: ¿estamos ante la versión definitiva de Dylan y Cía para el siglo XXI, o estos nuevos personajes no son más que una versión alternativa pasajera? Una vez publicados los seis números del arco 666, ¿volverán los Dylan y Groucho de siempre? Es posible, aunque dudo mucho que las cosas vuelvan a ser igual, dada la obsesión de Recchione por hacer avanzar y evolucionar al personaje. Ya antes del número 400 se habían producido cambios tan significativos como la jubilación del inspector Bloch, o las referencias a la enfermedad de Dylan y el temor a una posible recaída. Es posible que el próximo Dylan tampoco sea exactamente el que conocimos, tras las experiencias oníricas y casi existenciales de «Mater Morbi», «Mater Dolorosa» y «E ora, l’Apocalisse». Cómo será ese nuevo Dylan es algo que, por el momento, tan sólo podemos especular, más aún en España donde, tras el cierre de Aleta Comics, apenas hemos podido leer más historias inéditas de Dylan Dog (1). Sirvan pues, estas líneas a modo de breve resumen de por donde han ido los tiros en la edición original mientras esperamos que, algún día, otra editorial se anime a recoger el testigo de Aleta y nos ofrezca estas y otras apasionantes historias del mejor investigador de pesadillas habido y por haber.

«Llámeme Dylan. Mr. Dog suena ridículo».


Para saber más:



Bibliografía:

- Dylan Dog #001 (Octubre 1986).
- Dylan Dog #025: Morgana (Octubre 1988).
- Dylan Dog #043: Historia de Nessuno (Abril 1990).
- Dylan Dog #050: Ai confini del Tempo (Noviembre 1990).
- Dylan Dog #074: Il lungo Addio (Noviembre 1992).
- Speciale Dylan Dog: Orrore Nero (1993).
- Dylan Dog #100: La storia di Dylan Dog (Enero 1995).
- Dylan Dog #200: Il numero Duecento (Enero 2003).
- Dylan Dog #280: Mater Morbi (Diciembre 2009).
- Dylan Dog #300: Ritratto di Famiglia (Septiembre 2011).
- Dylan Dog #361: Mater Dolorosa (Septiembre 2016). Número especial del 30 Aniversario.
- Dylan Dog #400: E ora, l’Apocalisse! (Bonelli, Noviembre 2019). Número especial, por Roberto Recchione y varios dibujantes.

- Dellamorte Dellamore (Novela, 1991).
- Dellamorte Dellamore (Película, 1994).

(1) Publicadas en España, en formato álbum de tapa dura:

- Dylan Dog: Mater Morbi. Spaceman Books (2015), por Roberto Recchione y Massimo Carnevale.
- Dylan Dog: Mater Dolorosa. Número Nueve (2022), por Roberto Recchione y Gigi Cavenago.

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