James Bond y la esencia del mal
Este año 2008 el agente 007 ha sido noticia por partida doble; por un lado, por el inminente estreno del Bond 22 (Quantum of Solace) que podremos disfrutar en nuestras pantallas el próximo mes de noviembre; y por otro, por la publicación de La esencia del mal, una nueva novela original firmada por el escritor Sebastian Faulks que intenta recuperar, precisamente, la esencia de las novelas clásicas de Ian Fleming. Escrita con motivo del nacimiento del propio Fleming el 28 de mayo de 1908, La esencia del mal es una interesante continuación del legado de James Bond, un nuevo y apasionante capítulo en la vida del espía más emblemático del cine y la literatura.
Retomando el personaje donde Fleming lo dejó, tras los eventos de El hombre de la pistola de oro (1965), Faulks sitúa a Bond en plena guerra fría, en un momento de una tensión y una paz casi insostenibles. La esencia del mal recrea el espíritu de las novelas de Fleming y muestra al agente 007 enfrentándose a peligros tal vez hoy en día olvidados, pero no por ello menos apasionantes.
Por supuesto Faulks no es el primer escritor que se atreve a prolongar las aventuras de Bond sobre el papel. Ya en su momento, Kingsley Amis revisó para su publicación el original de El hombre de la pistola de oro, inacabado tras la prematura muerte de Fleming en 1964 a la edad de 56 años. Reticentes a perder la gallina de los huevos de oro, los editores y herederos legales de Fleming decidieron convertir las novelas de Bond en una franquicia y crear un seudónimo literario - Robert Markham - bajo el cual se esconderían diversos autores para escribir nuevas aventuras del agente 007, aunque finalmente tan sólo aparecería una novela extra de Bond escrita, precisamente, por el mismo Amis: Coronel Sun, en 1966.
Habría que esperar a la década de los setenta para encontrar al agente 007 de vuelta en los estantes de las librerías. Por un lado, el escritor Christopher Wood se encargó de novelizar las películas de Roger Moore La espía que me amó (1977) y Moonraker (1979) intentando imitar, con cierto éxito, el estilo literario de Ian Fleming, mientras que el también escritor de novelas de acción y espionaje John Gardner se encargó de recrear la serie escribiendo nuevas aventuras del agente 007, tarea que desempeñó entre los años 1981 y 1996 (su última aportación al personaje fue la novelización de la película Goldeneye, de 1995). Sin dar muchas explicaciones, Gardner decidió "actualizar" al personaje en sus escritos, trasladándole hasta la década de los ochenta sin envejecer un sólo año, tal y como había ocurrido en el cine. Si bien en sus primeros trabajos retomó personajes y conceptos del propio Fleming, las películas de Connery o incluso los comics de Bond, como Spectra o SMERSH, a partir de 1988 optó por desarrollar guiones más originales y buscar nuevos adversarios para el agente 007: narcotraficantes, terroristas internacionales, traficantes de armas, etc. Pese a sus esfuerzos, el Bond de Gardner no tiene el encanto ni el carisma de su creador original, aunque hay que reconocerle el mérito de haber mantenido viva la franquicia durante casi un par de décadas. Su sustituto, Raymond Benson, ha sepultado definitivamente la herencia de Fleming, inspirándose más en su versión cinematográfica y tratando de adaptar al agente 007 al nuevo siglo XXI que empieza. Claro que el estreno de Casino Royale, la cual adapta fielmente la novela original de la serie, con el consiguiente relanzamiento de la franquicia, ha traído de nuevo a Fleming (y con él al primer Bond, el de los años sesenta) de regreso al primer plano de actualidad, como demuestra la novela de Faulks, concebida como un epílogo y homenaje a la serie original y como tal ambientada en 1968, en plena Guerra Fría. Una trama completamente nueva pero con más de un guiño a la nostalgia, que trae de vuelta al M original, Rene Mathis, Moneypenny, el Bentley Continental de Bond y tantos otros conceptos clásicos que el cine y los autores más recientes había aparcado por considerarlos "anticuados".
Faulks firma así la que con justicia puede considerarse una de las mejores (sino la mejor) novela del agente 007 de los últimos años, una iniciativa que esperemos tenga continuidad, ya sea a manos del propio Faulks o de algún otro autor igualmente dotado.
"Adelante, 007 - dijo M -, Me alegro de verle de nuevo". Y nosotros también, por supuesto.
Comentarios
Como creo haberte comentado, tienes un blog muy personal y fiel a tu esencia. Felicitaciones por tu gran trabajo.
Sólo una pregunta. Lo he leido en español, y ha habido mometos en que lo narrado me parecía muy artificial.
¿Tú que la has leido en inglés o traducida?
Recuerdos a Marta
Un abrazo
Nino
Contestando a tu pregunta, la he leido en castellano, en la edición de Seix Barral, que me imagino será la misma que has manejado tu. Y si es verdad que a ratos me ha parecido un poco artificiosa y relamida, pero no sé si atribuirselo al autor o al traductor. Un abrazo y hasta pronto.
Gracias por la acalarción y por leer Ven y enloquece.
Pronto saldremos de dudas, pues me lñeeré la edición inglesa. No pude con la española, y no paro de oir que la novela es muy buena, así que más compañía para mis noches hoteleras.
cuídate
nino