The Times Are A-Changin'

El martes 20 de septiembre de 2005 escribí en este blog una entrada titulada “La literatura sobre CF en España” en la que enumeraba y comentaba algunas de las más populares revistas del género que por aquel entonces, hace apenas cinco meses, se publicaban en nuestro país. Ya en aquel momento una de ellas, el Solaris, de la Factoría de Ideas, llevaba – y lleva – varios meses perdida en el limbo de los proyectos olvidados, a la que habría que añadir la reciente defunción del Isaac Asimov Magazine de Robel y el fin de la primera época de Galaxia que se reconvierte en suplemento interior de CF de una revista de ciencia y tecnología. Los motivos de dichos cierres, reconversiones o desapariciones son muy variados y van desde la escasez de suscriptores a las malas ventas o la falta de ingresos por publicidad, o tal vez un poco de todo ello.

Por si eso fuera poco algunas editoriales que hemos mencionado de pasada en la serie acerca de los Faneditores patrios han empezado a saldar su fondo editorial, como Abraxas, o están pendientes de hacerlo, como la antedicha Robel. Ante este desastroso panorama no falta quien se tira de los pelos anticipando años de sequía y vacas flacas tras un no muy duradero periodo de vacas tirando a rellenitas, sin llegar a gordas.

Verdad es que antecedentes del hecho no faltan. En las últimas décadas en este país hemos alternado periodos de auge editorial y fanzinero con otros de la más desoladora sequía. Sin embargo, esta vez, a diferencia de las anteriores, hay una puerta abierta a la esperanza: la red. En ese mundo virtual y binario que es Internet en los últimos años han proliferado como setas portales de Internet (desde el añorado Cyberdark y sus herederos, como la tienda de Cyberdark – www.tienda.cyberdark.net – o los foros de la Tercera Fundación (www.tercerafundacion.net); o Terminus Trantor (www.ttrantor.org), o el recientemente galardonado Sitio de Ciencia Ficción(www.ciencia-ficcion.com), entre otros); blogs vinculados al género como el de Iván Olmedo, Alfonso Terán o este su humilde servidor; o revistas virtuales como el clásico Ad Astra o la más reciente ScifiWorld. A diferencia del Ad Astra, distribuido en soporte informático (o séase, un disquete) ScifiWorld nace directamente como un archivo en formato PDF que se puede descargar desde la página web de los editores (www.scifiworldmagazine.com).

Las ventajas de la red son evidentes. Olvídense de inversiones, imprentas, el precio del papel, suscriptores, publicidad y zarandajas similares; en la actualidad basta con un ordenador, un buen programa, amables y solícitos colaboradores y un hospedaje adecuado para hacer historia en el buen sentido de la palabra.

Ignoro si ese será el futuro que nos aguarda y el papel virtual terminará derrotando al impreso, pero no cabe duda de que a medio y corto plazo es una buena alternativa. Es mucho más fácil y barato hacer un fanzine digital decente con el software adecuado que con el sistema tradicional (o sea, cortar, pegar y fotocopiar) y el resultado final puede ser mucho más digno y aparente. Como cantaba el maestro Dylan, los tiempos están cambiando y esta vez si estamos vivos para verlo y disfrutarlo. Nos vemos llamando a las puertas del cielo.