Doce campanadas


¿Cuál es la película que mejor representa el espíritu navideño? Noventa y nueve de cada cien encuestados responderían que tal mérito corresponde a ¡Qué bello es vivir! (Frank Capra, 1946), aunque siempre habría inconformistas que se saldrían por la tangente citando títulos tan peregrinos como La jungla (1988) o Solo en casa (1990). Después de todo, en cuestión de gustos no hay nada escrito, y cada película es hija de su época, y de una sensibilidad diferentes. Por ejemplo, y sin menospreciar al maestro Capra, mi cuento favorito de Navidad es Gremlins (Joe Dante, 1984), debido a la aterradora anécdota familiar de Kate (Phoebe Kates) que pobló de pesadillas mis sueños adolescentes mucho antes de que Tim Burton estrenase Pesadilla antes de Navidad (1993). ¿Demasiado oscura para Vds? Es posible. En 1946 los EEUU venían de superar la gran depresión y triunfar en la segunda guerra mundial, y la película de Capra refleja el optimismo y el estado de ánimo de la sociedad norteamericana de por aquel entonces. Por el contrario, aunque Gremlins tenga cierto aire a serie B de los años 50, es heredera de la crisis del petróleo de 1973 y los convulsos comienzos de la década de los ochenta y la ola neoconservadora representada por políticos como Ronald Reagan y Margaret Thatcher.
De hecho, ya en 1974 se estrenaba Silent Night, evil night (también conocida como Black Christmas), un proto slasher dirigido por Bob Clark, responsable también de las dos primeras entregas de Porky’s, así como del muy estimable pastiche holmesiano Asesinato por decreto (1979). Black Christmas subvierte el típico y tópico ambiente navideño made in USA para ofrecer, en su lugar, una atmósfera tensa y algo artificiosa, donde la muerte acecha escondida entre la decoración navideña y los rincones oscuros de una vieja residencia de estudiantes. Black Christmas ha conocido dos remakes, uno más comercial, en 2006, y otro más reciente de 2019, producido por la factoría Blumhouse, muy influido por el movimiento #MeToo y en el que la historia tradicional se reinterpreta en clave feminista y empoderadora, con esas protagonistas que deciden abandonar su papel de víctimas para enfrentarse a sus agresores masculinos, en la mejor tradición de las final Girls ochenteras, aunque con un mensaje más reivindicativo y antimisógino.


En cualquier caso, títulos como Black Christmas o Gremlins contribuyeron a cambiar el paradigma: la Navidad no son sólo fechas para disfrutar en familia. De hecho, John McClane pasa dos de las peores navidades de su vida en La Jungla (1988) y su primera secuela (1990), mientras que los esforzados ladrones de Solo en casa (1990) sufren un infierno a manos del inocente y angelical Kevin (Macaulay Culkin). Quizás el cineasta que mejor haya sabido captar el potencial oscuro y siniestro de las fiestas navideñas haya sido Tim Burton, autor de la deliciosa fábula animada Pesadilla antes de Navidad (1993). Pero ya antes, en 1992, Burton había rodado la mejor película sobre el Hombre Murciélago de la era preNolan: Batman returns, un fascinante relato gótico navideño poblado de monstruos y freaks, en la que el justiciero de Gotham City palidece frente a la galería de siniestros villanos que acechan los tejados y bajo las calles de la ciudad. ¿Demasiado oscuro? Al fin y al cabo, el cine no es más que un reflejo del momento que le toca vivir, y la nueva década ya empezó con mal pie, con la invasión iraquí de Kuwait el 2 de agosto de 1990, a la que seguiría poco después el estallido de las guerras yugoslavas, cuyos actos de crueldad despertaron viejos temores que permanecían latentes en Europa desde finales de la segunda guerra mundial. Pero los noventa también nos dejaron títulos más amables, como Los amigos de Peter (1992) donde Kenneth Brannagh reúne a lo más florido del cine y del teatro británico del momento para rodar una agridulce comedia sobre la amistad, el paso del tiempo y la crisis de la edad madura.


El final de la década supuso un nuevo revulsivo ya que, excepcionalmente, no sólo despedíamos siglo sino también milenio. Tal vez por ello a medida que se acercaba 1999 (año del fin del mundo, según Charles Berlitz) resurgían viejos temores apocalípticos, que se sumaban a otros más propios de los tiempos modernos como el efecto 2000, el agujero de la capa de ozono, el cambio climático y la rebelión de las máquinas, encabezadas por Skynet. Temores que aparecen reflejados en títulos navideños como la irreverente El día de la bestia (1995) de Alex de la Iglesia, o (uno de mis favoritos) Días extraños (1995), un thriller futurista de Kathryn Bigelow, rodado a partir de una historia de James Cameron. Con sus más y sus menos (que los tiene) Días extraños nos deja una de las mejores secuencias del cine contemporáneo de acción, con esa cuenta atrás hacia el año nuevo en un Times Square abarrotado de gente y tomado al asalto por la policía y la guardia nacional. Revisionando la historia con la perspectiva que da el tiempo, sorprende la capacidad de Bigelow y Cameron para intuir el futuro cercano y la eclosión de movimientos de protesta como el Black Lives Matter, o quizás no tanto: las tensiones raciales ya eran una realidad palpable en aquellos tumultuosos años finales del siglo XX. Por suerte o por desgracia (según como se mire) el milenio pasó y no pasó nada. O mejor dicho, han pasado muchas cosas, pero el planeta y sus habitantes todavía seguimos aquí, aunque vista la deriva catastrofista de los últimos dos años, con pandemias, erupciones volcánicas y crisis económicas, yo aún no perdería la esperanza.


Pero no nos desviemos de la cuestión: es 2003, el mundo no se ha ido al garete y el cineasta Richard Curtis se estrena como director con Love Actually, una comedia romántica coral y navideña, tan noña como bien intencionada, aunque tiene algunos golpes esporádicos de incorrección política que la redimen de la mediocridad, como la parte de la historia protagonizada por el siempre interesante Bill Nighy. La película nos deja, además, una de las mejores escenas románticas de todos los tiempos, cuando el personaje interpretado por Andrew Lincoln se declara en silencio (que no sin palabras) a Keira Knightley, en una secuencia capaz de arrancarle lágrimas al espectador más curtido.


Quizás para compensar, películas posteriores han apostado por una visión más irónica, cuando no siniestra, de la Navidad, como el thriller Bloody Christmas (Michael Shershenovich, 2012), los sucesivos remakes de Black Christmas, o Matar a Santa (2020), de Eshom e Ian Nelms. En el otro lado de la balanza merece la pena señalar Last Christmas (Paul Feig, 2019), una comedia romántica protagonizada por Emilia Clarke al ritmo de las canciones de George Michael. Tópica, moralista y políticamente correcta hasta la nausea, sólo sobresale de la media gracias al trabajo de interpretes tan solventes como Emma Thompson o Michelle Yeoh, además de contar con una banda sonora que recoge algunos de los mejores éxitos del difunto cantante de origen griego, como el que da título a la película. Más recientemente, hemos podido reencontrar a Keira Knightley en otra película de ambientación navideña, aunque no necesariamente cómica: Silent night (2021), de la cineasta Camille Griffin, que recupera el espíritu de Los amigos de Peter actualizándolo con algunos toques de Richard Matheson y los Monthy Piton. No en vano dos años de pandemia y confinamiento nos han pasado factura. ¿Y tú? ¿Con quién querrías pasar tus últimas navidades? ¿Con tu familia, o con tus seres queridos? Tal vez ahora más que nunca necesitemos volver a las raíces e inyectarnos una buena dosis de optimismo a la antigua usanza, redescubriendo que bello es vivir, como sólo Capra y James Stewart sabían contárnoslo.



Miscelanea:

- ¡Qué bello es vivir! (1946). CMD
- Gremlins (1984). TR/CMD
- La Jungla (1988). ACC
- Solo en casa (1990). CMD
- Batman returns (1992). ACC
- Los amigos de Peter (1992). CMD/DR
- Los teleñecos en Cuento de Navidad (1992). CMD
- Pesadilla antes de Navidad (1993). CMD/TR
- Días extraños (1995). ACC/CF
- El día de la bestia (1995). TR
- Un padre en apuros (1996). CMD
- Love actually (2003). CMD
- Bloody Christmas (2012). TR
- Black Christmas (1974 / 2006 / 2019). TR
- Last Christmas (2019). CMD
- Matar a Santa (2020). CMDN
- Silent night (2021). CMDN

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