El Batman de Doug Moench y Kelley Jones
Los noventa fueron una buena década para el Señor de la Noche. Chuck Dixon escribía historias vibrantes y repletas de acción, las más de las veces apoyado en el grafismo dinámico de Grahan Nolan. Alan Grant y Norm Breyfogle
 aportaron un soplo de aire fresco al reparto de enemigos de Batman, con
 incorporaciones tan memorables como el Ventrílocuo, Mr. Zsasz, 
Anarquía, Kadaver o el Ratonero, entre otros (1). Pero si hay un equipo 
que haya destacado por encima de los demás ese fue el formado por Doug Moench y Kelley Jones, que entre marzo del 95 y marzo del 98 sacaron adelante una de las mejores y más recordadas etapas del personaje.
En realidad, Moench
 ya tenía algo de experiencia previa con el guardián de Gotham City, ya 
que a mediados de los ochenta se había encargado durante una larga 
temporada de la cabecera principal del personaje, sucediendo a otros 
guionistas como Len Wein o Gerry Conway, además de escribir varios Anuales y miniseries para Legends of the Dark Knight (como "Presa" y su secuela) (2). Sin embargo, Moench
 es uno de esos autores que - entre otras virtudes - se caracterizan por
 saber adaptar sus historias al estilo del dibujante de turno. Mientras 
que con Gulacy, por ejemplo, se mueve a medio camino entre la ópera espacial (Slash Maraud, Six from Sirius) y el género de espías (Master of Kung Fu), con Kelley Jones
 su prosa se vuelve oscura, densa, introspectiva, más cercana al género 
del terror, con préstamos e influencias que van desde el cine en blanco y
 negro de la Universal al expresionismo alemán, pasando por los filmes 
clásicos de la Hammer.
En realidad, la primera colaboración entre ambos autores tuvo lugar en la novela gráfica Batman & Drácula: Red Rain
 de 1991 (3), uno de esos Elseworlds tan de moda por aquel entonces, 
pero que tuvo una acogida muy superior a la media, lo que propició que a
 este le siguieran dos secuelas: Bloodstorm (1994) y Crinsom Mist (1999). Sin embargo, ese adelanto de lo que Moench y Jones
 podían hacer con el Señor de la Noche y su entorno sirvió para abrirles
 (como apuntábamos más arriba) las puertas de la serie mensual de Batman
 en marzo de 1995. Pocas veces Gotham City (y el propio Batman) han 
parecido tan oscuros y amenazadoras, como un remedo del clásico Londres a medianoche (4) de Lon Chaney Sr. En manos de Jones
 el Señor de la Noche se convierte en un coloso musculado de pétrea 
mandíbula, cuya capa fluye a su alrededor como algo vivo. Todo en el 
comic tiene un estilo retro (las casas, los vehículos, el mismo 
Batmovil) e incluso la tecnología adopta un aire extraño, arcaico a la 
vez que futurista, pero de un innegable atractivo visual, lo que explica
 en buena medida el éxito de esta etapa.
Moench se planteó 
su estancia en la serie como una sucesión de episodios autoconclusivos y
 pequeños arcos argumentales a través de los cuales repasaba la extensa 
galería de villanos del Señor de la Noche, con especial hincapié en 
aquellos que mejor se adecuaban al estilo de Jones, como Killer Croc, el
 Espantapájaros, el Pingüino o el Joker, además de añadir algunos 
villanos de nuevo cuño y traerse algunos invitados ocasionales, entre 
los que cabe destacar a la Cosa del Pantano o Deadman. Pese a esa 
atmosfera singular, la colección estaba perfectamente integrada con el 
resto de cabeceras del Universo Batman, con constantes alusiones a la 
situación familiar de Jim Gordon, o a la lucha por hacerse con el 
control de la alcaldía de Gotham, que también se desarrollaban en las 
demás series del personaje, aunque en esta ocasión el elemento 
diferenciador viniese señalado por el dibujo de Kelley Jones, cuyo estilo bebía a partes iguales de artistas tan consagrados como Michael Golden o - sobre todo - Bernie Wrightson, por poner un par de ejemplos.
Moench y Jones permanecieron al frente de la cabecera principal del personaje hasta el comienzo de la macrosaga Cataclismo (Batman Vol. 1 Nº 553) (5), a partir de la cual el artista es sustituido por otros dibujantes como Klaus Janson, aunque esto no marcase el final de sus colaboraciones con Moench ni con el personaje, ya que al año siguiente publicarían la 3ª parte de la trilogía Batman vs Drácula, y en 2010 se reunirían de nuevo para firmar The Unseen (6), donde el Señor de la Noche cruzaba espadas con el Hombre Invisible de H.G. Wells. Asimismo, la influencia de esta etapa es perceptible en trabajos posteriores como la maxiserie Gotham after Midnight (7), escrita por Steve Niles (30 días de oscuridad) e ilustrada por el propio Jones.
La
 mayoría de los comics comentados en este artículo ya fueron 
parcialmente publicados en su momento en España por ediciones Zinco, y 
reeditados con posterioridad por Planeta o ECC, a excepción del Batman 
de Chuck Dixon, que aun aguarda una recuperación decente en la lengua de Cervantes. Más recientemente, ha sido la antedicha ECC la que ha sacado al mercado cuatro volúmenes que recuperan toda la etapa de Doug Moench y Kelley Jones dentro de su línea genérica Grandes Autores Batman
 (8). Cuatro volúmenes que recuperan una de las mejores épocas del 
personaje, antes de la profunda revisión del mito llevada a cabo con 
maestría por Grant Morrison entre 2008 y 2013 (9), y mucho antes 
del nuevo Universo DC, que ha alterado (a peor, todo hay que decirlo) 
muchos de los postulados del Batman post-Crisis. Historias añejas, que 
puede que sorprendan a los lectores más jóvenes, acostumbrados a un 
eterno reseteo y volver a empezar desde el principio, pero que no 
dejarán de arrancar una sonrisa de nostalgia a esos otros aficionados 
que ya peinan canas y que han crecido leyendo estos comics y otros no 
menos clásicos. Un adjetivo que, en este caso, no es antónimo de 
interesantes.
Notas:
(1). Véase nuestro artículo dedicado al Batman de Alan Grant y Norm Breyfogle, en este mismo blog.
(2). Reeditadas conjuntamente en un único volumen por Planeta DeAgostini Comics en 2007.
(3). La trilogía fue igualmente reeditada por Planeta en 2006 en un solo volumen.
(4). Alusión al extraviado clásico de terror rodado por Tod Browning en 1927, con Lon Chaney Sr en el papel protagonista, que ha servido también de inspiración parcial para la novela Londres después de medianoche, del escritor mexicano Augusto Cruz.
(5). Publicada en su momento por Norma Comics, y reeditada poco después por Planeta DeAgostini.
(6). Batman: Lo invisible. Planeta DeAgostini comics, 2011.
(7). Publicada en un solo volumen por Planeta DeAgostini comics en 2009.
(9). Véase nuestro artículo en dos partes sobre el Batman de Grant Morrison, publicado en este mismo blog.
(8).
1. Fundido en negro (Batman 516, marzo del 95, a Batman 524, noviembre del 95).
2. La conexión Deadman (B 525, dic. de 1995 a B 535, octubre de 1996).
3. La Noche Final (B 536, nov. de 1996 a B 543, junio del 97).
4. Génesis Oscura (B 544, julio del 97, a B 552, marzo de 1998).
Para saber más:





Comentarios
Por otro lado, en efecto Jones me recuerda mucho a Brightson (uno de mis favoritos), si bien su trazo cae en la técnica del feísmo que no es muy de mi agrado.
Pasando a otro tema a raíz de este texto tuyo...¿No te gusta el Batman del actual UDC?