E.E. "Doc" Smith, el Maestro del Space Opera / 02
Pese a todas las virtudes de Skylark, no cabe duda que la saga de Triplanetaria es la obra más redonda de Smith, la que le consagró definitivamente y le ha dado un lugar de honor dentro del panteón de Maestros del Género. Inaugurada oficialmente en enero de 1934 en la revista Amazing Stories, Triplanetary narra el enfrentamiento ancestral a través del tiempo y el espacio entre dos antiquísimas razas detentoras de increíbles poderes mentales: los benévolos arisianos y los malvados edorianos. Después de milenios de continuos enfrentamientos, los arisianos deciden desarrollar en Tellus (la Tierra) un linaje – el de la familia Tennison – destinado a enfrentarse con ayuda de las Lentes a los edorios y sus sirvientes y que, con el tiempo, será el germen fundador de la Patrulla Galáctica, el brazo armado de la Liga Triplanetaria formada por la Tierra, Marte y Venus; resumen ajustado de la serie que no le hace justicia al derroche de imaginación que el autor vierte en ella.
Desarrollada por entregas entre 1934 y 1948 en revistas como Amazing o Astounding, Smith abordó a partir de ese último año la edición en libro de su magna obra, para lo cual escribió nuevos fragmentos que se incorporaron a los ya existentes hasta formar una impresionante saga-río compuesta por seis novelas (Triplanetary, 1934; First Lensman, 1950; Galactic Patrol, 1950; Gray Lensman, 1951; Second Stage Lensman, 1953; y Children of the Lens, 1954), más un séptimo título (Master of the Vortex, 1960) emparentado con las anteriores. Robert A. Heinlein, amigo personal de Smith, afirmaba que cuando este murió se hallaba trabajando en otra novela de la saga, pero no hay constancia de ella entre los papeles del autor. A mediados de 1965, poco antes de su muerte, “Doc” Smith autorizó a William B. Ellern a continuar la serie de los Hombres de la Lente, lo que condujo a la publicación de New Lensman en 1976. Asimismo ha generado una película de animación japonesa (1984), un videojuego e incluso un juego de rol.
Pese a los años transcurridos la serie de los Hombres de la Lente aun conserva toda su frescura y se deja leer gracias a la facilidad de su autor para desarrollar historias repletas de intriga y acción, que no le dan respiro al lector impaciente, además de su talento a la hora de construir escenarios grandiosos e impresionantes batallas espaciales en la más pura esencia del Space Opera y que harían palidecer de envidia a George Lucas. No es descabellado pensar que en su Patrulla Galáctica está el germen de otros cuerpos clásicos de la ciencia ficción de aventuras, como la Legión del Espacio de Jack Williamson o la Patrulla del Tiempo de Poul Anderson.
Al igual que la serie de Skylark, la saga de Triplanetaria conoció una primitiva edición en castellano de mano de la extinta Novaro, aunque de forma desordenada y pésimamente traducida. Más recientemente fue la desaparecida editorial madrileña Rio Henares la que procedió a una nueva reedición de la saga, llegando a sacar al mercado las cuatro primeras entregas de la misma (antes de tener que cerrar el negocio por diversos motivos, los cuales serían más bien materia para otro artículo):
- Triplanetaria (1948/2002), PulpEdiciones, Col. Omean nº 6.
- Primer Hombre de la Lente (1950/2002), PulpEdiciones, Col. Omean nº 8.
- Patrulla Galáctica (1950/2003), PulpEdiciones, Col. Omean nº 12.
- Hombres de la Lente Gris (1951/2004), PulpEdiciones, Col. Omean nº 17.
(Continuará).
Comentarios
PD - Sí, Lakkmanda - tal y como lo describió Moore - parece ser un lugar increiblemente exótico y hermoso, tan atractivo como peligroso.