John Wyndham, el profeta del apocalipsis (2)
Tras el éxito de El día de los Trífidos (1951) Wyndham publicó otros títulos imprescindibles de su bibliografía, como Kraken acecha (1953) (4), crónica del enfrentamiento entre la raza humana y otra submarina de origen extraterrestre; o Las Crisálidas (1955) (5), donde el autor describe un angustioso mundo futuro en el cual la mutación genética ha hecho que las comunidades humanas desarrollen un código moral rígido y cruel que obliga a exterminar a todo ser viviente que esté afectado por cualquier malformación, la cual es siempre considerado como insulto a la divinidad.
Argumento similar muestra su siguiente novela, Los cuclillos de Midwich (1957; también conocida como El pueblo de los malditos) (6). Durante veinticuatro horas el apacible pueblo inglés de Midwich se ve inmerso en un hecho insólito: una invisible cúpula de fuerza lo aisla del resto del mundo y todos sus habitantes pierden la noción de lo ocurrido durante aquel lapso de tiempo. Pasado el fenómeno, otro hecho no menos insólito viene a turbar la paz: todas las mujeres del pueblo descubren repentinamente que están en cinta... y nueve meses más tarde dan a luz a unos extraños niños de ojos dorados y dotados de misteriosos e increíbles poderes. Los cuclillos de Midwich es un clásico indispensable del género que anticipa temas tan polémicos como la hibridación entre especies, la clonación o las mutaciones genéticas, que otros autores contemporáneos a Wyndham trataron también con mejor o peor fortuna, como A.E. Van Vogt (Slan, 1946) o Henry Kuttner (Mutante, 1953). Con todo, lo más interesante de la novela (aparte de lo adictivo de su trama) son las reflexiones éticas y humanitarias que el autor plantea alrededor de los niños protagonistas. En otros lugares del planeta que no eran la civilizada Inglaterra los intrusos fueron exterminados sin piedad apenas nacer. Sin embargo, en el país que nos ocupa al gobierno y demás protagonistas de la historia les lleva alrededor de trescientas páginas el decidir que los niños son una amenaza y, por lo tanto, a aplicarse a eliminarlos. Esta novela ha inspirado dos adaptaciones cinematográficas (la primera de 1960 de Wolf Rilla, y otra posterior de 1995 firmada por el maestro de la serie B John Carpenter) y su influencia es perceptible en diversas series de televisión o del comic como los X-Men, Rising Stars o The Establishment, entre otras. Por todo ello hay quienes (como yo mismo) prefieren considerar esta como su obra maestra, sin que ello suponga ningún demérito hacia El día de los Trifidos.
Curiosamente, como si el propio Wyndham fuese consciente de ello, el ritmo de su producción se vuelve mucho más espaciado. Tres años después de Los cuclillos aparecería Problemas con los líquenes (7), una novela aun más oscura y pesimista que sus predecesoras, tras lo cual el autor se da un largo descanso editorial hasta 1968, cuando publica Chocky (8), su última obra si exceptuamos Web (1979), aparecida diez años después de su muerte. Chocky narra la odisea de una típica familia británica de clase media cuyo hijo pequeño, Matthew, tiene un amigo "imaginario" muy fuera de lo común. Sin que sus padres lo sospechen, el pequeño Matthew ha contactado con una entidad extraterrestre - Chocky - la cual utiliza los ojos y la mente del niño para investigar este mundo tan lejano y diferente del suyo propio, primitivo y fascinante a partes iguales. En esta ocasión Wyndham abandona su catastrofismo habitual para construir un argumento más brillante y optimista pese al inevitable mensaje de advertencia acerca de los peligros medioambientales a los que puede conducirnos el progreso descontrolado.
Es de agradecer a los responsables editoriales del sello Minotauro, pues, que se hayan decidido a rescatar este título imprescindible de su autor y que aun permanecía inédito en castellano, aunque si tuvimos ocasión de ver hace años (1984) una adaptación del mismo en la pequeña pantalla.
Destacar que Wyndham fue un escritor que también se manejó con soltura en el relato corto, aunque esta sea una faceta de su producción que ha permanecido más oculta al lector hispano, ya que tan sólo pueden encontrarse un par de antologías que contengan historias suyas en castellano: Jizzle (1954) (9) y Semillas del tiempo (1956) (10). Por eso, Chocky supone una nueva ocasión u oportunidad de descubrir el talento literario de este gran autor el cual, si bien es casi un desconocido para las nuevas generaciones de lectores, ha dejado tras de sí dos obras maestras del calibre de El día de los Trifidos y Los cuclillos de Midwich, que aun hoy se leen y disfrutan con la misma intensidad que cuando fueron escritas; señal inequívoca de que algo hay en ellas que sobrevive al olvido y al paso de los años. Sirva pues este pequeño repaso como sentido homenaje a la obra de este genial escritor que tan buenos - y estremecedores - ratos me hizo pasar durante mi juventud.
(1) Expedición a Marte está publicada en castellano como Polizón a Marte dentro de la colección mejicana La Fontana Literaria.
(2) Col. Clásicos Minotauro, 2007.
(3) Minotauro, Col. Kronos, 2004.
(4) EDHASA, Col. Selecciones Nebulae Nº 3.
(5) Ed. Guadarrama, 1976.
(6) Producciones Editoriales, Infinitum Ciencia Ficcion, Tapa dura, 1976.
(7) Vértice, Col. Galaxia, Nº 41.
(8) Col. Clásicos Minotauro, 2009.
(9) Revista Nueva Dimensión Nº 35 (Número especial dedicado a John Wyndham).
(10) EDHASA, Col. Nebulae 1ª Época, Nº 51.
Argumento similar muestra su siguiente novela, Los cuclillos de Midwich (1957; también conocida como El pueblo de los malditos) (6). Durante veinticuatro horas el apacible pueblo inglés de Midwich se ve inmerso en un hecho insólito: una invisible cúpula de fuerza lo aisla del resto del mundo y todos sus habitantes pierden la noción de lo ocurrido durante aquel lapso de tiempo. Pasado el fenómeno, otro hecho no menos insólito viene a turbar la paz: todas las mujeres del pueblo descubren repentinamente que están en cinta... y nueve meses más tarde dan a luz a unos extraños niños de ojos dorados y dotados de misteriosos e increíbles poderes. Los cuclillos de Midwich es un clásico indispensable del género que anticipa temas tan polémicos como la hibridación entre especies, la clonación o las mutaciones genéticas, que otros autores contemporáneos a Wyndham trataron también con mejor o peor fortuna, como A.E. Van Vogt (Slan, 1946) o Henry Kuttner (Mutante, 1953). Con todo, lo más interesante de la novela (aparte de lo adictivo de su trama) son las reflexiones éticas y humanitarias que el autor plantea alrededor de los niños protagonistas. En otros lugares del planeta que no eran la civilizada Inglaterra los intrusos fueron exterminados sin piedad apenas nacer. Sin embargo, en el país que nos ocupa al gobierno y demás protagonistas de la historia les lleva alrededor de trescientas páginas el decidir que los niños son una amenaza y, por lo tanto, a aplicarse a eliminarlos. Esta novela ha inspirado dos adaptaciones cinematográficas (la primera de 1960 de Wolf Rilla, y otra posterior de 1995 firmada por el maestro de la serie B John Carpenter) y su influencia es perceptible en diversas series de televisión o del comic como los X-Men, Rising Stars o The Establishment, entre otras. Por todo ello hay quienes (como yo mismo) prefieren considerar esta como su obra maestra, sin que ello suponga ningún demérito hacia El día de los Trifidos.
Curiosamente, como si el propio Wyndham fuese consciente de ello, el ritmo de su producción se vuelve mucho más espaciado. Tres años después de Los cuclillos aparecería Problemas con los líquenes (7), una novela aun más oscura y pesimista que sus predecesoras, tras lo cual el autor se da un largo descanso editorial hasta 1968, cuando publica Chocky (8), su última obra si exceptuamos Web (1979), aparecida diez años después de su muerte. Chocky narra la odisea de una típica familia británica de clase media cuyo hijo pequeño, Matthew, tiene un amigo "imaginario" muy fuera de lo común. Sin que sus padres lo sospechen, el pequeño Matthew ha contactado con una entidad extraterrestre - Chocky - la cual utiliza los ojos y la mente del niño para investigar este mundo tan lejano y diferente del suyo propio, primitivo y fascinante a partes iguales. En esta ocasión Wyndham abandona su catastrofismo habitual para construir un argumento más brillante y optimista pese al inevitable mensaje de advertencia acerca de los peligros medioambientales a los que puede conducirnos el progreso descontrolado.
Es de agradecer a los responsables editoriales del sello Minotauro, pues, que se hayan decidido a rescatar este título imprescindible de su autor y que aun permanecía inédito en castellano, aunque si tuvimos ocasión de ver hace años (1984) una adaptación del mismo en la pequeña pantalla.
Destacar que Wyndham fue un escritor que también se manejó con soltura en el relato corto, aunque esta sea una faceta de su producción que ha permanecido más oculta al lector hispano, ya que tan sólo pueden encontrarse un par de antologías que contengan historias suyas en castellano: Jizzle (1954) (9) y Semillas del tiempo (1956) (10). Por eso, Chocky supone una nueva ocasión u oportunidad de descubrir el talento literario de este gran autor el cual, si bien es casi un desconocido para las nuevas generaciones de lectores, ha dejado tras de sí dos obras maestras del calibre de El día de los Trifidos y Los cuclillos de Midwich, que aun hoy se leen y disfrutan con la misma intensidad que cuando fueron escritas; señal inequívoca de que algo hay en ellas que sobrevive al olvido y al paso de los años. Sirva pues este pequeño repaso como sentido homenaje a la obra de este genial escritor que tan buenos - y estremecedores - ratos me hizo pasar durante mi juventud.
(1) Expedición a Marte está publicada en castellano como Polizón a Marte dentro de la colección mejicana La Fontana Literaria.
(2) Col. Clásicos Minotauro, 2007.
(3) Minotauro, Col. Kronos, 2004.
(4) EDHASA, Col. Selecciones Nebulae Nº 3.
(5) Ed. Guadarrama, 1976.
(6) Producciones Editoriales, Infinitum Ciencia Ficcion, Tapa dura, 1976.
(7) Vértice, Col. Galaxia, Nº 41.
(8) Col. Clásicos Minotauro, 2009.
(9) Revista Nueva Dimensión Nº 35 (Número especial dedicado a John Wyndham).
(10) EDHASA, Col. Nebulae 1ª Época, Nº 51.
Comentarios
Me has recordado una serie que aparecia en La Bola de Cristal. Una serie que me impacto¡¡¡.
Desde luego pienso comprarme la novela sin lugar a dudas.
Por cierto, felicitaciones por tu gran página. Un saludo
Un cordial saludo y hasta pronto ;)