David Morrell y el Capitán América
Probablemente más de un lector de la nueva miniserie del Capitán América, El elegido (Panini Comics, 2008), se haya sorprendido al saber que el David Morrell que firma el guión es el mismo Morrell creador de Johnny Rambo, uno de los personajes de ficción más populares durante los años ochenta, autoria que ha pesado como una losa sobre la trayectoria de Morrell, el cual, pese a ser inocente de los desmanes que Silvester Stallone hizo con su criatura, ha tenido que cargar con la sombra de la sospecha de ser un escritor apóstata de la violencia, ultraconservador y politizado. En realidad, Primera Sangre (más conocida como Acorralado) era una novela de acción que estudiaba la difícil situación con la que se encontraban los veteranos de Vietnam a su regreso a los EEUU, al igual que hizo Michael Cimino en su galardonada El Cazador (1978).
Al final de la novela de Morrell, Johnny Rambo rubicaba su personal alegato antisistema con sus últimas palabras antes de expirar a los pies de su antiguo superior. En la versión fílmica, no obstante, Stallone decidió "salvar" al protagonista para prolongar sus aventuras en otras tres entregas a cual más violenta y politizada que ya poco tenían que ver con la pluma de David Morrell (aunque este si se encargó de novelizar algunas, aligerando la carga ideológica presente en las películas).
Oriundo de Canada, donde nació en 1943, Morrell se trasladó a los EEUU en 1967 para estudiar, hasta doctorarse, en la Universidad estatal de Pennsylvania. Actualmente vive en Iowa, donde ejerce como profesor de literatura americana. Su debut como escritor tuvo lugar con Testamento (1975), un thriller de intriga y suspense, al que siguieron otras obras como Last Reveille (1977) o The Totem (1979), aunque fue Primera Sangre, en 1982, el título que le dió fama y reconocimiento, sobre todo a partir del éxito popular de su adaptación cinematográfica, la cual se convirtió en uno de los filmes icónicos de la Era Reagan.
Sin embargo, a partir de ahí la carrera de Morrell experimentó un completo cambio de rumbo, ya que en sus siguientes trabajos se especializa en historias de aventuras y conspiraciones históricas del calibre de La hermandad de la rosa (1984), La hermandad de la piedra (1985) o La Liga de la niebla y la oscuridad (1987), muchas de ellas editadas en España por Grijalbo y Plaza & Janés. En su mayoría, eran novelas de acción con un trasfondo histórico en las que tenían un importante papel diversas sectas y grupos mistéricos que intentaban manipular el curso de los acontecimientos actuando entre las sombras. Sus protagonistas, usualmente varones, son hombres de acción y recursos que se ven atrapados en una trama que les supera, pero reaccionan peleando por puro instinto de supervivencia y por que no encuentran otra forma mejor para salir del aprieto en el que se encuentran.
Paralelamente Morrell ha publicado otras obras no de ficción, entre las que destacan Fireflies (1988) o The Successful Novelist (2008), muchas de ellas centradas en el mundo de la literatura, el cual conoce bien gracias a su faceta como profesor y teórico del género.
En el año 2005 dio un nuevo rumbo a su carrera con la aparición de Allanadores (2005), la primera de las aventuras de Frank Balenger, un arqueólogo urbano especialista en estudiar edificios modernos pero de relevancia histórica que están a punto de ser derruidos. A esta primera entrega sucedió una segunda, Juego Mortal (2007) que, al igual que su predecesora, ahonda más en el suspense y el terror psicológico que las obras anteriores de Morrell, más orientadas hacia la acción o la aventura.
En el 2007 recibe una oferta de colaboración parte de la editorial Marvel que finalmente acaba cristalizando en The Chosen (El Elegido), una miniserie de 12 números protagonizada por el Capitán América de un mundo alternativo, en el que los eventos de Civil War no tuvieron lugar y Steve Rogers no fue asesinado por Cráneo Rojo. En El Elegido, un Capitán América moribundo tiene que enfrentarse a la difícil tarea de elegir un sucesor que continúe su cruzada personal. Lejos de los mensajes patrioticos y politizados, Morrell se decanta por una aguda reflexión acerca de temas tan humanos como el deber y el sacrificio, la asunción de la propia mortalidad y la importancia de los mitos en una sociedad post 11-S. Una apuesta arriesgada, pero que sorprenderá a más de un lector y le ayudará a entender porque Morrell es considerado, con justicia, como uno de los mejores escritores de acción y suspense de las últimas décadas.
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