Acerca del "Escuadrón Suicida" y el futuro del universo cinematográfico DC & Warner
Sinopsis:
Ante la creciente amenaza metahumana, el gobierno norteamericano autoriza la creación de una unidad especial para misiones encubiertas (casi suicidas) liderada por el coronel Rick Flag, bajo la supervisión de Amanda Waller, lider del programa A.R.G.U.S. Muy pronto el nuevo equipo tendrá que entrar en acción para defender a los EEUU (y a todo el planeta) de una peligrosa amenaza de origen místico.
Antecedentes:
El Escuadrón original debutó en1959, en The Brave and the Bold nº 25, de la mano de Robert Kanigher y Ross Andru. Sin embargo, el grupo que ha inspirado el filme es la versión del 86, desarrollada por John Ostrander en colaboración con el dibujante Luke McDonnell, donde ya aparece ese concepto del grupo de villanos reconvertidos en héroes a la fuerza que hemos podido ver en pantalla, aunque hay que señalar que también se han tomado prestados elementos del comic "Amor loco" de Paul Dini y Bruce Timm para todo lo que se refiere a Harley Quinn y su particular relación con Mr. J.
Acerca del filme:
En DC & Warner tienen un problema. Para empezar, han dejado que la Distinguida Competencia (Marvel) les coma el terreno, y ya se sabe eso de que quien pega primero, pega dos veces. Por otro lado, sus nuevos proyectos no terminan de convencer. Lejos quedan los tiempos de la exitosa trilogía fílmica de Christopher Nolan. El Hombre de Acero (2013) de Zack Snyder tuvo una tibia acogida, que casi resultó cálida por comparación con las feroces críticas que recibió Batman vs Superman (2016) durante su estreno (algunas de las cuales, todo sea dicho, me parecen bastante justificadas). De Linterna Verde (Martin Campbell, 2011) mejor ni hablamos, tal y como parece que quieren hacer sus propios protagonistas (Ryan Reynolds llegó a reirse de sí mismo al respecto en Deadpool).
De ahi la expectación en torno a este Escuadrón Suicida, que tanto podía ser el balón de oxígeno que en DC & Warner necesitaban, como el tercer tropezón consecutivo del incipiente universo cinemático DC en pantalla (y ya se sabe que a la tercera...). Al final, el resultado ha sido un tanto ambiguo. El filme de David Ayer no está mal, aunque tampoco llega a ser todo lo que podría haber sido. Divertido, ligero y, sobre todo, intrascendente, no pasa de ser un ameno intervalo entre la antedicha Batman Vs Superman y las próximas entregas de la JLA. Entretenido (en el mejor sentido del término), pero políticamente correcto, para decepción de quienes esperaban algo un poco más gamberro o transgresor. A este respecto, Ayer ha manifestado haber rodado mucho más metraje con el Joker y Harley Quinn como protagonistas del que hemos visto en pantalla, pero que buena parte del mismo se ha eliminado para darle un aire más edulcorado al filme y a la relación entre ambos personajes. Declaraciones que no podemos dejar de relacionar con los rumores de que, tras el estreno de Batman vs Superman se envió al Escuadrón Suicida a la sala de montaje para retocarla e insertar nuevas escenas, algo que se puede intuir (hasta cierto punto) en el resultado final. Por otro lado, los protagonistas parecen muy buenos para ser villanos. Es decir, sabemos que son los malos porque nos lo repiten varias veces por activa y por pasiva a lo largo de la película, pero al final se comportan como un grupo de boy-scouts. Es el influjo de Will Smith, que incluso cuando hace de malo tiene que ser el héroe de la película e ilumina con su ejemplo al resto de sus compañeros, sacando lo mejor de cada uno de ellos (y ellas), Harley Quinn incluida. De esa manera el Joker y la Encantadora se convierten en los auténticos villanos de la película, aunque, por mucho que Cara Delavingne se empeñe, su personaje no resulta tan atractivo ni amenazador como el de Leto, incluso con todos los recortes que este haya sufrido por el camino.
De ahi la expectación en torno a este Escuadrón Suicida, que tanto podía ser el balón de oxígeno que en DC & Warner necesitaban, como el tercer tropezón consecutivo del incipiente universo cinemático DC en pantalla (y ya se sabe que a la tercera...). Al final, el resultado ha sido un tanto ambiguo. El filme de David Ayer no está mal, aunque tampoco llega a ser todo lo que podría haber sido. Divertido, ligero y, sobre todo, intrascendente, no pasa de ser un ameno intervalo entre la antedicha Batman Vs Superman y las próximas entregas de la JLA. Entretenido (en el mejor sentido del término), pero políticamente correcto, para decepción de quienes esperaban algo un poco más gamberro o transgresor. A este respecto, Ayer ha manifestado haber rodado mucho más metraje con el Joker y Harley Quinn como protagonistas del que hemos visto en pantalla, pero que buena parte del mismo se ha eliminado para darle un aire más edulcorado al filme y a la relación entre ambos personajes. Declaraciones que no podemos dejar de relacionar con los rumores de que, tras el estreno de Batman vs Superman se envió al Escuadrón Suicida a la sala de montaje para retocarla e insertar nuevas escenas, algo que se puede intuir (hasta cierto punto) en el resultado final. Por otro lado, los protagonistas parecen muy buenos para ser villanos. Es decir, sabemos que son los malos porque nos lo repiten varias veces por activa y por pasiva a lo largo de la película, pero al final se comportan como un grupo de boy-scouts. Es el influjo de Will Smith, que incluso cuando hace de malo tiene que ser el héroe de la película e ilumina con su ejemplo al resto de sus compañeros, sacando lo mejor de cada uno de ellos (y ellas), Harley Quinn incluida. De esa manera el Joker y la Encantadora se convierten en los auténticos villanos de la película, aunque, por mucho que Cara Delavingne se empeñe, su personaje no resulta tan atractivo ni amenazador como el de Leto, incluso con todos los recortes que este haya sufrido por el camino.
Así y todo, como decíamos, Escuadrón Suicida no es una mala película (al contrario) y puede suponer ese balón de oxígeno que DC y Warner necesitaban desesperadamente de cara al futuro, e incluso puede que rinda en taquilla lo suficiente para hacer una secuela e incluso algún spin-off dedicado a Deadshot o Harley Quinn. Ya sé verá, pero lo realmente importante es que los próximos estrenos, ya sean de la JLA, Wonder Woman o el Hombre de Acero 2, eleven el listón. De hecho, mejorar el guión de Batman vs Superman no debería de ser muy dificil. Cualquier episodio de animación de los pinguinos de Madagascar tiene más sentido - y gracia - que la susodicha. Quienes han podido ver la versión extendida en bluray o DVD dicen que mejora algo y que se entiende mejor pero, que quieren que les diga, serán manias mías, pero un servidor siempre ha defendido que si una persona paga 8,60 € (o el importe que sea) por ver una película, tiene derecho a ver la película entera, y no tener que rascarse el bolsillo de nuevo más adelante para terminar de entenderla, tal y como defendía ya hace años en este artículo:
Y conste que no critico Batman vs Superman por ser de DC. Quienes me conocen saben que, en su momento, le hice objeciones similares a Los Vengadores 2: La era de Ultrón. En Marvel están haciendo un poco mejor las cosas, pero hasta el mejor pintor echa un borrón de vez en cuando, y ahí están títulos como Iron Man 2, las dos entregas de Hulk o esa era de Ultrón para demostrarlo (y eso, centrándonos solo en las películas del ámbito de Los Vengadores; si ampliamos el foco, ya ni les cuento: Spiderman 3, El motorista fantasma, la nueva versión de los 4F, etc.). En cualquier caso, esperemos que en DC & Warner hayan captado el mensaje y se pongan las pilas de cara al futuro cercano, y que esta JLA que se avecina mejore el listón de sus predecesoras, tal y como hace este Escuadrón Suicida, incluso aunque no alcance a ser todo lo que podría haber sido.
Para saber más:
Batman vs Superman: El amanecer de la Justicia
Comentarios
me gusta la forma en que encaras tus escritos
Por cierto, el mismo amigo del que te hablé me regaló para mi cumple la "Edición Especial" de Batman versus Superman y en realidad está muy buena.
Cuando puedas pásate por mi blog, que le dediqué dos post a "El Escuadrón Suicida".