Zur-en-Arrh: Bruce y Grant, 1ª parte

Con la edición del volumen de lujo Batman R.I.P. (que abarca los números USA 676 a 681 de la colección mensual del mismo nombre) concluye la larga andadura (dos años, mes más o menos) a través de la cual el genial guionista escocés Grant Morrison (Animal Man, Doom Patrol, JLA, etc.) se había propuesto su personal revisión (o deconstrucción) del mito del Caballero Oscuro. Unos veinticinco números repletos de nostalgia, acción y misterio que conforman una de las etapas más interesantes y entretenidas del personaje (sin desmerecer para nada el trabajo paralelo de Paul Dini en Detective Comics).
Lo cierto es que esta no es la primera vez que Morrison se acerca al universo de Gotham City y siempre con resultados más que notables. Su debut en las series del Hombre Murciélago tuvo lugar con la novela gráfica Arkham Asilum (1989), una tenebrosa aventura del Señor de la Noche narrada con pulso hipnótico por el propio Morrison y el gran artista Dave McKean. En su interior, Batman debía lidiar con un motín de presos que se han hecho con el control del manicomio a la vez que, a través de diversos flash-backs, vamos conociendo el origen del edificio y de su fundador, el misterioso doctor Arkham. Grosero resumen que no le hace justicia a una obra maestra de este calibre. En manos de otro guionista, la trama habría derivado hacia una producción a lo Jerry Bruckheimer tipo La roca (1996); pero en manos del autor que nos ocupa, da un giro completo al argumento y estética de la historia, optando por la introspección psicológica, el análisis de los tópicos del género y el estudio de la locura y los miedos más profundos que subyacen en la psique humana. Con influencias asimiladas de Lovecraft, Lewis Carroll, el vudú, el tarot o la psicología freudiana, Arkham Asilum es un continuo festival de guiños y referencias más o menos evidentes que adornan todas y cada una de sus páginas. Y mientras el propio Batman aparece reflejado como una sombra, un fantasma apenas poco más real que los que habitan entre las paredes del asilo, pocas veces sus enemigos recurrentes, desde el Joker a Killer Croc, han sido mejor retratados en las páginas de un comic.
El éxito de Arkham Asilum propició que Morrison fuese el guionista responsable de Gothic, segunda entrega de la colección Leyendas de Batman (números 6 a 10, 1990). Con la colaboración en el apartado gráfico del dibujante Klaus Janson, el autor escribió una interesante trama ambientada en los primeros días de Bruce Wayne como Batman que nuevamente se alejaba del género superheroico para bucear, en esta ocasión, en el más rancio terror gótico y el mito de Fausto.
La siguiente reunión entre Grant Morrison y el señor de la Noche tuvo lugar durante el relanzamiento de la JLA a mediados de los noventa, cuando el escocés convirtió a un Batman más oscuro y lacónico que nunca en uno de los puntales de la nueva colección en sagas como Nuevo Orden Mundial o la Torre de Babel (ya durante la etapa de Mark Waid).
Todo este bagaje hacia de Morrison uno de los guionistas ideales para el relanzamiento del personaje tras los eventos de Juegos de guerra, 52 y Un año después, con los que DC pretendía dar un nuevo impulso a las series del Hombre Murciélago dándoles un aire menos lúgubre y oscuro que en años anteriores. En sus trabajos previos el escocés ya había demostrado su talento a la hora de relanzar personajes "clásicos" respetando su esencia a la vez que les insuflaba nueva vida. Con las manos libres para reconstruir a su gusto al guardián de Gotham City Morrison procedió a sacar adelante su objetivo personal: reinsertar en la continuidad oficial del personaje todas aquellas disparatadas historias clásicas de Batmans del futuro o alternativos tan típicas de los años sesenta. El proyecto Zur-en-Arrh estaba en marcha.

(Continuará...)

Comentarios

Rodolfo Martínez ha dicho que…
Uf, me temo, Alejandro, que no puedo estar más en desacuerdo con tu valoración de "Arkham Asylum". Siempre me pareció un bluff de tomo y lomo, una historia llena de tópicos disfrazada de ciertas pretensiones "artísticas" que no conseguían sin embargo ocultar su pobreza narrativa.

Pero, bueno, hace tiempo que soy consciente de que mi opinión sobre ese cómic es minoritaria, qué le vamos a hacer.
Anónimo ha dicho que…
Desisto a ser tan diplomático como Rodolfo y lo digo más claro: Arkham Asylum no sólo es un bluff sino una de las perores historias que he tenido la desgracia de leer. No es más que una chorrada.

G M F
Anónimo ha dicho que…
Sr. Caveda disculpe la intromisión, pero ¿se ha fijado en que los tipos de la magnifica litereatura prospectiva le han enlazado?:

http://www.literaturaprospectiva.com/

Saludos, jose manuel.
Alejandro Caveda ha dicho que…
A Rudy y Germán:
Como ambos vais en la misma linea, perdonad que aproveche para contestaros a la par y disentir de Uds. Reconozco que al Alejandro Caveda de veintipocos años que leyó por primera vez el "Arkham Asylum" le pareció este un comic confuso, de lectura farragosa y pintado de una forma poco atractiva. Con el tiempo, mi opinión ha ido variando desde esa repulsa inicial a la admiración más profunda a medida que lo he ido releyendo y asimilando mejor todas las capas de lectura que Morrison construyó alrededor de esta obra. Nos puede gustar más o menos, pero donde otro guionista hubiese escrito una historia más de tiros, peleas y clichés al estilo Bruckheimer (con perdón), Morrison se arriesga a hacer algo completamente distinto y mucho más sugerente. Como decia él mismo en Animal Man, "Dignificar a imbéciles en mallas leyendo a Shakespeare", y en este caso, además, a Carroll, Crowley, Lovecraft, y un largo etc más. Mira por donde, ya tenemos tema que debatir la próxima vez que nos veamos :) Un fuerte abrazo a los 2
Alejandro Caveda ha dicho que…
A José Manuel:
Pues no lo sabía, muchas gracias maese por la información y a los responsables de la página por fijarse en este modesto blog. Un saludo y nos vemos ;)
Alejandro Caveda ha dicho que…
A Nice:
Hello, nice to meet you. I hope to see you again here.

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